¿Cuáles son los topes para tener revisor fiscal?

Si eres dueño de una empresa o administrador, probablemente te has preguntado si necesitas un revisor fiscal. Tal vez ya hayas escuchado que hay ciertos topes para tener revisor fiscal reglas y números que determinan si estás obligado a contar con uno, pero puede que el tema te parezca complicado. No te preocupes, aquí te lo explicaré de manera clara y sencilla.

El revisor fiscal es una figura clave para las empresas en Colombia. Su papel no es solo revisar las cuentas, sino verificar que todo en tu negocio se haga según la ley. Es como un aliado que vela por la transparencia y el cumplimiento normativo, asegurándose de que los impuestos, la contabilidad y los procesos estén en orden. Pero no todas las empresas están obligadas a tener uno.

La ley establece unos límites o «topes» que determinan si necesitas un revisor fiscal. Estos topes se basan en el tamaño de los activos de tu empresa o en los ingresos anuales que generas. Además, hay ciertos tipos de empresas que están obligadas por su naturaleza, sin importar estos límites.

En este artículo, te explicaré cuáles son esos topes, cómo puedes calcular si tu empresa los supera y qué hacer en caso de que estés obligado. También te contaré por qué tener un revisor fiscal puede ser una gran ventaja para tu negocio, incluso si no es obligatorio. ¡Sigue leyendo para entender todo lo que necesitas saber sobre este tema tan importante!

¿Quiénes están obligados a tener un revisor fiscal?

En Colombia, la obligación de tener un revisor fiscal depende de varios factores: el tipo de empresa, los valores de sus activos, los ingresos que genera y la regulación específica que la aplica. A continuación, te explicaré, de manera sencilla, quiénes están obligados según la normativa actual:

1. Sociedades anónimas (S.A.) y sucursales de compañías extranjeras

Si tu empresa es una sociedad anónima o una sucursal de una empresa extranjera, debes contar con un revisor fiscal sin importar el tamaño de tu negocio, el valor de tus activos o cuánto vendas. Para estos tipos de organizaciones, la obligación es absoluta. Esto se debe a que la ley considera que estas estructuras requieren mayor control financiero y cumplimiento normativo.

2. Empresas con activos brutos iguales o superiores a 6,500 millones de pesos

Los activos brutos incluyen todo lo que tiene tu empresa: dinero en el banco, propiedades, maquinaria, vehículos, inventarios, entre otros. Si al final del año, al sumar todos estos elementos, el valor supera los 6,500 millones de pesos (equivalentes a 5,000 salarios mínimos mensuales legales vigentes), estás obligado a tener un revisor fiscal. Este requisito aplica sin importar el tipo de empresa que tengas.

3. Empresas con ingresos brutos iguales o superiores a 3,900 millones de pesos

Los ingresos brutos corresponden a todo el dinero que entra a tu empresa por ventas o prestación de servicios durante el año. Si esta cifra supera los 3,900 millones de pesos (equivalentes a 3,000 salarios mínimos mensuales legales vigentes), también necesitas contar con un revisor fiscal.

4. Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS)

En el caso de las SAS, la obligación de tener un revisor fiscal no es automática, como ocurre con las sociedades anónimas. Solo debes designar uno si superas los topes de activos (6,500 millones de pesos) o ingresos (3,900 millones de pesos). Si estás por debajo de estos límites, no es necesario.

5. Entidades del sector financiero, cooperativo y de salud

Si tu empresa está en alguno de estos sectores, debes tener un revisor fiscal obligatoriamente, sin importar el tamaño de los activos o ingresos:

  • Bancos y entidades financieras.
  • Cooperativas.
  • Entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera o la Superintendencia de Salud, como EPS, IPS o aseguradoras.

6. Empresas que por su tipo están obligadas por otras leyes

Además de las categorías anteriores, hay casos específicos donde la normativa exige contar con un revisor fiscal. Por ejemplo, las entidades sin ánimo de lucro, las fundaciones y algunas empresas del sector público deben verificar su obligatoriedad con base en su regulación particular.

¿Cómo sé si mi empresa supera esos topes para tener revisor fiscal ?

Saber si tu empresa supera los topes para tener un revisor fiscal puede parecer complicado, pero en realidad es un proceso bastante sencillo si sigues estos pasos. Aquí te explico cómo hacerlo de manera clara y práctica:

1. Revisa tus activos brutos

Los activos brutos son todo lo que posee tu empresa y que tiene un valor monetario, como:

  • Dinero en cuentas bancarias.
  • Propiedades, oficinas, terrenos.
  • Maquinaria, vehículos, equipos.
  • Inventarios y mercancías.

Para saber si superas el tope, haz lo siguiente:

  • Consulta tu balance general al cierre del año fiscal.
  • Mira el valor total de los activos brutos (generalmente aparece como “Total Activos” en el documento).

Si la suma de tus activos supera los 6,500 millones de pesos (equivalentes a 5,000 salarios mínimos mensuales legales vigentes), entonces estás obligado a tener un revisor fiscal.

2. Calcula tus ingresos brutos

Los ingresos brutos son todo el dinero que tu empresa recibe en el transcurso de un año por ventas de productos o servicios. Aquí no se descuentan los gastos ni costos, es el total antes de aplicar deducciones.

¿Cómo calcularlo?

  • Revisa el informe de ingresos en tu estado de resultados o pide a tu contador el total anual.
  • Suma todos los ingresos generados durante el año fiscal.

Si tus ingresos brutos superan los 3,900 millones de pesos (equivalentes a 3,000 salarios mínimos mensuales legales vigentes), necesitas designar un revisor fiscal.

3. Ten en cuenta el tipo de tu empresa

Además de los números, recuerda que hay tipos de empresas que deben tener un revisor fiscal automáticamente, como las sociedades anónimas, las sucursales de compañías extranjeras o las entidades financieras y de salud, sin importar si superan o no los topes.

Si tienes una sociedad por acciones simplificada (SAS), verifica específicamente si tus activos o ingresos brutos sobrepasan los límites establecidos, ya que solo en ese caso estarás obligado.

4. Consulta con tu contador

Si no estás seguro de cómo leer los estados financieros de tu empresa o no sabes exactamente cuáles son tus activos e ingresos, acude a tu contador. Un contador podrá ayudarte a:

  • Confirmar si superas los topes.
  • Explicar qué otros factores pueden influir.
  • Identificar si necesitas un revisor fiscal según la normativa.

Por ejemplo:

Supongamos que al cierre del año fiscal:

  • Tu empresa tiene activos totales por 7,000 millones de pesos.
  • Tus ingresos anuales suman 4,500 millones de pesos.

En este caso, superas ambos topes (6,500 millones para activos y 3,900 millones para ingresos). Por lo tanto, estás obligado a contar con un revisor fiscal.

¿Qué pasa si no cumples con esta obligación?

No cumplir con la obligación de tener un revisor fiscal cuando tu empresa está obligada puede traerte problemas serios. Este incumplimiento no solo afecta la imagen y la confianza en tu negocio, sino que también puede acarrear sanciones legales y financieras. Aquí te explico las consecuencias de manera sencilla y directa:

1. Multas económicas

Las autoridades, como la DIAN o las superintendencias que supervisan tu sector (Financiera, Salud, etc.), pueden imponer multas económicas a tu empresa si detectan que no cuentas con un revisor fiscal cuando deberías tenerlo. Estas sanciones pueden variar dependiendo de:

  • El tiempo que lleves incumpliendo la norma.
  • El tamaño de tu empresa y los montos involucrados.

El valor de las multas puede ser significativo y afectar la estabilidad financiera de tu negocio.

2. Pérdida de beneficios tributarios

Algunas empresas pueden acceder a beneficios tributarios, exenciones o incentivos, siempre y cuando cumplan con sus obligaciones legales, incluida la de tener un revisor fiscal si corresponde. Si no cumples con esta obligación, podrías perder estos beneficios. Esto significa que, además de pagar multas, podrías terminar pagando más impuestos o dejando de recibir ayudas.

3. Problemas legales y reputacionales

Cuando no tienes un revisor fiscal y deberías tenerlo, tu empresa podría enfrentarse a:

  • Investigaciones por parte de las autoridades: Esto incluye auditorías más estrictas por parte de la DIAN u otras entidades regulatorias.
  • Demandas o conflictos legales: En algunos casos, la falta de un revisor fiscal puede dar lugar a disputas legales con socios, accionistas o clientes, especialmente si ocurre algún mal manejo financiero.

Además, tu empresa podría perder credibilidad ante socios, bancos, inversionistas o clientes. Esto afecta la confianza que los demás tienen en tu negocio y puede dificultar futuras alianzas o financiaciones.

4. Dificultades para obtener financiamiento

Los bancos y entidades financieras suelen requerir transparencia en la gestión financiera como condición para otorgar créditos o financiamiento. No contar con un revisor fiscal, cuando es obligatorio, puede ser un indicador negativo que afecte la posibilidad de obtener préstamos o condiciones favorables de crédito.

5. Limitaciones en la expansión de tu negocio

Si planeas expandir tu empresa, buscar inversionistas o asociarte con otras organizaciones, no tener un revisor fiscal puede ser un obstáculo. Muchas decisiones de inversión o alianzas estratégicas dependen de la confianza en que tu empresa cumple con todas las normativas legales y tiene un buen manejo financiero.

¿Cómo evitar estas consecuencias?

Cumplir con la obligación de tener un revisor fiscal es sencillo si sigues estos pasos:

  1. Consulta los topes de activos e ingresos de tu empresa: Asegúrate de saber si superas los límites establecidos.
  2. Contrata un revisor fiscal calificado: Busca un profesional con experiencia y registrado ante la Junta Central de Contadores.
  3. Mantén una buena comunicación con tu contador: Ellos te ayudarán a identificar si necesitas un revisor fiscal y a mantener todo en regla.

Cumplir con la obligación de tener un revisor fiscal no es solo un requisito legal, sino también una forma de proteger y fortalecer tu negocio. Ahora ya sabes que los topes clave para determinar si necesitas uno son:

  • Activos brutos iguales o superiores a 6,500 millones de pesos (5,000 SMMLV).
  • Ingresos brutos iguales o superiores a 3,900 millones de pesos (3,000 SMMLV).

También conoces que algunas empresas, como las sociedades anónimas, sucursales de empresas extranjeras y entidades financieras o de salud, están obligadas a tener un revisor fiscal sin importar estos límites.

Tener un revisor fiscal no solo te ayuda a cumplir con la ley, sino que aporta muchos beneficios:

  • Evitas sanciones y problemas legales.
  • Mejoras la confianza de tus socios, clientes e inversionistas.
  • Garantizas la transparencia y orden financiero en tu empresa.

Recuerda, si estás cerca de superar los topes para tener revisor fiscal o si perteneces a un sector regulado, actúa con anticipación. Consulta con tu contador para confirmar si estás obligado, y elige un revisor fiscal calificado y de confianza.En Tributar, estamos calificados para asesorarte y ayudarte a mantener tu negocio en regla y protegido. Nuestro equipo de expertos está listo para acompañarte en todo el proceso, asegurándonos de que tu empresa cumpla con la normativa y esté preparada para cualquier desafío.
No esperes a que las autoridades te hagan un llamado de atención. Revisa tus números, busca asesoría profesional y confía en Tributar para garantizar que todo esté en orden. Una buena gestión comienza con decisiones informadas, y nosotros podemos ser tu mejor aliado en este camino.

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