Llega la temporada de declaración de renta para las personas naturales en Colombia y, con ella, una herramienta que para muchos parece una bendición: la declaración de renta sugerida. La DIAN pone a tu disposición esta herramienta con la promesa de facilitar el proceso. Parece sencillo, ¿verdad? Un par de clics y listo. Pero, ¡ojo!, esa facilidad puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza si no la manejas con el cuidado que merece.
La DIAN ha sido clara y enfática en que este documento es una guía inicial para la elaboración de la declaración de renta, pero no reemplaza tu responsabilidad como contribuyente, respecto a la información consignada en esta. Quien firma y presenta la declaración es quien responde por la veracidad de los datos. Y aquí está el meollo del asunto: confiar ciegamente en este formulario prellenado ya está generando sanciones a contribuyentes que, por descuido o desconocimiento, lo aceptaron sin una revisión a fondo.
En este artículo te vamos a contar, sin tanto enredo, por qué la declaración de renta sugerida no es perfecta, cuáles son esos errores específicos que la DIAN está buscando y sancionando, y lo más importante, cómo puedes usar esta herramienta a tu favor para evitar multas, intereses y pagos adicionales que afecten tu bolsillo.
Primero lo primero: ¿Qué es la Declaración de Renta Sugerida y por qué no es infalible?
La declaración de renta sugerida es un borrador que la DIAN elabora usando la información que terceros reportan sobre ti. Estos terceros son, por ejemplo:
- Tu empleador, que informa tus salarios.
- Los bancos, que reportan los saldos de tus cuentas y movimientos financieros.
- Notarías y oficinas de tránsito, que informan si vendiste una casa o un carro.
- Otras entidades a las que les pagaste o de las que recibiste dinero.
La intención es buena: darte un punto de partida. El problema es que esta información puede estar incompleta, desactualizada o contener errores. Si el borrador omite bienes, ingresos o deducciones importantes, la DIAN puede imponer multas, intereses moratorios y exigirte que pagues un impuesto mayor. La responsabilidad de verificar, corregir y complementar esa información es 100% tuya.
Los 4 Errores Más Frecuentes que te Ponen en la Mira de la DIAN
Las fallas más recurrentes que llevan a los contribuyentes a recibir sanciones.
1. Omitir la venta de bienes (la ganancia ocasional)
Este es uno de los errores más comunes y fáciles de detectar para la DIAN. Si el año pasado vendiste un apartamento, una casa, un lote o incluso un vehículo, obtuviste un ingreso que se conoce como «ganancia ocasional». Este dinero debe estar incluido en tu declaración.
Muchos contribuyentes revisan la sugerida, no ven reflejada esa venta y asumen que no tienen que reportarla. ¡Grave error! La notaría o la oficina de tránsito ya le reportó esa transacción a la DIAN. Cuando la entidad cruce su información y vea que tú omitiste ese ingreso, la inconsistencia será evidente y dará pie a una sanción.
2. No declarar la totalidad de tu patrimonio
Muchos contribuyentes no están incluyendo la totalidad de su patrimonio, lo que deja la declaración incompleta. Tu patrimonio es mucho más que el saldo de tu cuenta de ahorros principal.
Para que no se te pase nada, asegúrate de incluir:
- Todos los avalúos de tus propiedades.
- Todas tus cuentas bancarias, incluso aquellas que no usas mucho pero que tienen saldo.
- Todas tus inversiones, como acciones, CDT o fondos de inversión.
- Propiedades y cuentas en el exterior, que son de obligatoria declaración.
La sugerida a menudo solo muestra lo más evidente. Es tu deber hacer un inventario completo de tus bienes y activos al 31 de diciembre del año gravable.
3. No conciliar los datos con tus certificados
Tu empleador te entrega un certificado de ingresos y retenciones. Ese documento es tu soporte oficial y la fuente más fiable de lo que ganaste. Un error recurrente es no comparar los valores de ese certificado con los que la DIAN ha prellenado en la declaración sugerida. A veces, por errores en el reporte de terceros, las cifras no coinciden. ¿A cuál le haces caso? Siempre a tu soporte oficial. Si presentas la declaración con el dato incorrecto de la DIAN, el responsable serás tú.
4. No soportar adecuadamente tus deducciones
Aquí es donde puedes estar perdiendo plata y, al mismo tiempo, arriesgándote. Las deducciones son beneficios que te permiten pagar menos impuestos, pero deben estar debidamente soportadas. La declaración sugerida rara vez las incluye de forma automática. Es tu deber buscarlas e incluirlas, pero siempre con los documentos que las validen.
Asegúrate de tener los soportes para deducciones y rentas exentas por:
- Pagos de salud o medicina prepagada.
- Intereses de créditos de vivienda.
- Aportes voluntarios a Pensiones o AFC.
- Donaciones a entidades del Régimen Tributario Especial.
Si incluyes una deducción o renta exenta sin tener cómo probarla, y la DIAN podría imponerte una sanción por inexactitud.
Cambios Clave en la Temporada Tributaria 2025 que Debes Conocer
Para que no te cojan fuera de base, es importante que sepas que esta temporada tributaria viene con novedades. Según la DIAN, se espera que cerca de
6,7 millones de personas naturales están obligadas a declarar este año. De este grupo, unas 400.000 lo harán por primera vez.
Además, hay cambios que te pueden beneficiar como el Beneficio de auditoría: Si tu impuesto a pagar aumenta en un 35% o más en comparación con el del año anterior, el tiempo que tiene la DIAN para revisar tu declaración se reduce a 6 meses. Esto significa que tu declaración quedará en firme mucho más rápido, dándote mayor seguridad jurídica.
Conclusión: La Declaración Sugerida es una Herramienta, no tu Contador
En resumen, la declaración de renta sugerida es útil si la usas como lo que es: un punto de partida, un mapa para orientarte. Pero nunca debe ser el destino final. La comodidad de unos pocos clics no puede reemplazar la responsabilidad de una revisión detallada y consciente.
Antes de pensar en presentarla, haz una pausa y sigue este plan de acción:
- Reúne todos tus soportes: certificados de ingresos, extractos bancarios, comprobantes de pago de deducciones, escrituras, etc.
- Compara y verifica: Siéntate con calma y compara cada cifra del borrador de la DIAN con tus documentos.
- Añade lo que falta: Ingresos omitidos, todo tu patrimonio y, por supuesto, las deducciones a las que tienes derecho.
- Busca ayuda si la necesitas: Si tu situación financiera es compleja o simplemente no te sientes seguro, invertir en la asesoría de un contador público es la mejor decisión. Te ahorrará tiempo, dinero y futuros dolores de cabeza con la DIAN.
Recuerda, en materia de impuestos, la precaución y la diligencia son tus mejores aliadas. No dejes que una herramienta diseñada para ayudar se convierta en la causa de una sanción.